Camila se convirtió en el “ángel” de cientos de adultos mayores del ejido Albia, al ayudarlos con el registro federal y con el traslado hasta las sedes de inoculación.
Camila se convirtió en el “ángel” de cientos de adultos mayores del ejido Albia, al ayudarlos con el registro federal y con el traslado hasta las sedes de inoculación.