Cae supuesta ladrona gracias a las redes sociales, ¿es correcto hacer justicia por estos medios?
En el transcurso del fin de semana una publicación de Facebook se viralizó entre los ciudadanos de Saltillo, la dueña de una boutique denunciaba a una mujer que había robado su tienda comercial, la encargada de dicho establecimiento en su post narraba lo ocurrido, mientras exigía justicia y exhibía a la mujer que le había robado mediante videos de seguridad y fotografías.
El post de Facebook fue publicado a las 13:02 horas del día 02 de agosto, la dueña de la boutique escribiría en su muro de Facebook lo siguiente:
“Se te hizo facil robarte algo sin pagarlo, creiste que nos habias engañado sin saber que estabas siendo filmada, aprovechaste la ocacion al estar atendiendo a otros clientes para abusar de este establecimiento que honradamente y con mucho esfuerzo abrimos y trabajamos dia a dia, quiero que sepas que tengo pruebas de tu robo y voy hacer todo lo posible por encontrarte para denunciarte y pagues por tu delito (…)

Las reacciones no se hicieron esperar, y la publicación tuvo respuestas inmediatas, con mensajes de aliento y de apoyo, algunos reprobando severamente la conducta de la mujer del video y las fotos, y otros lamentando los hechos ocurridos, velando por el bienestar de la dueña del negocio y reconociendo su valentía al exhibir su deseo de hacer justicia.
LA HISTORIA
Paola nació en Perú, pero lleva años viviendo en México, es una mujer trabajadora, con convicciones muy arraigadas, no es creyente ni partidaria del dinero fácil, su filosofía esta asentada completamente en el trabajo duro y en las recompensas que este mismo trae consigo. Es por eso que tuvo una reacción tan fuerte al ser victima de un robo, experimentó los sentimientos que cualquiera que haya pasado por una situación así ha llegado a sentir, enojo, coraje, tristeza y una impotencia indescriptible.
En recuerdo a su pasado peruano, y con un ánimo de emprender, estableció su boutique, en donde se decidió a vender productos que enaltecieran su país de origen y su país de residencia. Ropa, bisutería, accesorios, cosméticos y adornos, son solo algunos artículos que se pueden encontrar en su negocio.
Aquel día Paola se encontraba administrando su negocio de manera presencial, había sido un día normal, los clientes iban y venían con esa naturalidad que es posible encontrar en los centros comerciales. Vio entrar a la mujer que habría de sustraer algo de su tienda, pero no le presto mucha atención, simplemente no la reconoció de ningún lado, después de todo Paola esta acostumbrada a ver pasar muchos rostros a lo largo de un día de trabajo.

Tiempo después de que la mujer se había retirado del lugar, Paola se percató que algo de su mercancía faltaba, ella conociendo cada palmo de su establecimiento no le quedaba ninguna duda: le habían robado. Ella, junto a su esposo, se dispusieron a revisar las cámaras de seguridad, y mientras observaban la cinta, lograron identificar a la persona que había sustraído el producto de la tienda.
Paola con un sentimiento de impotencia a causa de no tener una justicia expedita y eficiente, se decidió a publicar el video y las fotografías de la mujer sustrayendo un producto de su tienda, el post se hizo viral, y todo se fue desenvolviendo casi solo a partir de ahí. Gracias a la ayuda de diversos usuarios de Facebook, Paola logró descubrir quien era la persona que había robado su comercio, inclusive pudo identificar el perfil de la misma, así como publicaciones donde la mujer ofertaba cobertores en diversos grupos de venta dentro de Facebook.
De esta manera Paola se citó con la mujer en un lugar de la misma plaza comercial donde se encontraba su establecimiento, con el pretexto de que quería comprarle uno de los cobertores que vendía. Al llegar al lugar de la cita, la mujer no reconoció a Paola, hasta que ella le mostro el video donde la había capturado sustrayendo un producto ilegalmente de su tienda; el rostro de la mujer se vino abajo, y pidió que no se hiciera del conocimiento de el suceso a las autoridades, sin embargo, agentes de seguridad de la plaza comercial ya habían sido alertados por Paola, mismos que al arribar al lugar invitaron a la mujer a pagar el triple de lo que había robado.
Finalmente, y con bastantes dificultades la mujer pagó lo que debía y fue liberada en el mismo momento, Paola aun se debate en abrir una denuncia en contra de la mujer, o dejarlo todo por la paz. Al final informaría a sus seguidores y amigos de Facebook el estatus de la situación mediante una ultima publicación.

LAS REDES SOCIALES ¿INSTRUMENTOS DE JUSTICIA?
Hoy en día resulta fácil fomentar una cultura de transparencia y escrutinio gracias a los medios digitales, y en concreto a las redes sociales como Facebook y Twitter. Vivir en la era digital nos vuelto más sensibles y más cuidadosos, mas atentos y mucho más socialmente responsables. Desde la exhibición publica de personajes políticos importantes, hasta la puesta en evidencia de sujetos moralmente reprochables con los cuales podemos toparnos en el día a día. Sin embargo, esta especie de justicia digital ¿tiene límites? ¿podemos acusar con un dedo a cualquier persona que nos parezca culpable? ¿Dónde queda la presunción de inocencia?
Ahora, es inevitable no responder a una afectación directa a nuestro patrimonio y a nuestra integridad, después de todo, las redes sociales sin duda alguna son instrumentos de poder social, que hacer cuando los cuerpos de seguridad como la policía no responden rápidamente, cuando no realizan bien sus investigaciones, cuando dejan impunes infinidad de delitos. Pareciera que la población tiende a cuidarse a sí misma, y este caso ha sido un ejemplo claro sobre el poder que tienen las redes sociales en la búsqueda de la justicia.
Definitivamente las redes sociales son un arma de doble filo, y por tanto deben usarse con cuidado, ¿qué sucede cuando se incrimina a una persona, y no se tienen pruebas para sustentar lo dicho? Exhibir a alguien en la redes se vuelve una sentencia dilapidaría, frente a los ojos de la sociedad aquella persona evidenciada se vuelve culpable, sin siquiera tener la oportunidad de defenderse, y eso sin duda alguna es muy peligroso. Los instrumentos están ahí, las herramientas son las adecuadas, solamente resta aprender a usarlas.