En este 8 de marzo , las mujeres en México exigirán igualdad, condiciones laborales dignas y libertad de elección
*Con información de México, ¿Cómo vamos?
Cada 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer (8M) se convierte en un momento clave para reflexionar sobre los avances, pero también sobre las persistentes desigualdades que enfrentan las mujeres en todo el mundo.
En México, este día resuena con fuerza, no solo como una conmemoración, sino como un grito colectivo que visibiliza las barreras que aún limitan el pleno desarrollo de las mujeres, especialmente en el ámbito laboral. A pesar de los pasos dados hacia la igualdad, el mercado laboral mexicano sigue siendo un terreno desigual, donde las mujeres enfrentan retos estructurales que demandan soluciones integrales desde los sectores público, privado y social.
# DEMOGRAFÍA
Se estima que para inicios del 2025 en México hay 68.2 millones de mujeres, representando al 52.4% de la población del país y, de acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de INEGI, el 53.3% de las personas en edad de trabajar. Pero a pesar de ser mayoría, las mujeres representan una menor proporción (41.3%) de la Población Económicamente Activa (PEA), el conjunto de personas en edad de trabajar que actualmente cuentan con un empleo o se encuentran buscando activamente una oportunidad laboral. La cantidad de mujeres no disponibles para trabajar en México es casi tres veces mayor a la de hombres no disponibles, en gran medida porque las mujeres dedican hasta 2.2 veces más horas que los hombres a las labores domésticas no remuneradas.
# INFORMALIDAD
Las mujeres que logran incorporarse al mercado laboral lo hacen, en su mayoría, en sectores como el comercio y los servicios, que suelen ofrecer condiciones precarias y bajos salarios. Aproximadamente dos de cada tres mujeres ocupadas se encuentran trabajando en un esquema informal sin acceso a seguridad social ni a prestaciones que garanticen un retiro digno, situación que se agrava aún más en el caso de mujeres de comunidades rurales o indígenas.
Al 4T2024, casi una de cada cuatro mujeres ocupadas se encontraba trabajando en el sector del comercio al por menor, siendo ocupadas en grandes proporciones en la industria manufacturera, los otros servicios excepto actividades no gubernamentales, restaurantes y hoteles, servicios educativos y servicios de salud. En estos sectores, los de mayor tasa de formalidad son los trabajos en Corporativos, Generación y distribución de agua y energía, Servicios Financieros y Minería.
# BRECHA SALARIAL
Otro aspecto crítico es la brecha salarial; actualmente, por cada 100 pesos que ganan los hombres trabajando, las mujeres ganan 83 pesos. Esta disparidad se profundiza en ciertos estados, como Chiapas, donde las condiciones laborales son menos favorables en comparación con entidades como la Ciudad de México o Baja California, que ofrecen mejores oportunidades para el desarrollo profesional femenino. Estas brechas se presentan tanto en empleos formales como informales; se estima que en el sector formal, los hombres ganan, en promedio, $1,623 pesos más que las mujeres, mientras que en el informal ganan $2,047 pesos más.
# CUIDADOS
Uno de los mayores obstáculos para la participación plena de las mujeres en el mercado laboral es la carga desproporcionada del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados. En México, las mujeres dedican en promedio 43 horas semanales a estas tareas, casi tres veces más que los hombres, quienes apenas aportan 15 horas, según la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo (ENUT). Este desequilibrio limita el tiempo y la energía que las mujeres pueden destinar a un empleo remunerado, afectando su crecimiento profesional y su independencia económica.
# ACOSO y DISCRIMINACIÓN
El mercado laboral es solo una parte de la ecuación. Las mujeres en México enfrentan retos multidimensionales que atraviesan todas las esferas de su vida. La violencia de género, incluida la laboral, es una barrera significativa: cerca del 20% de las mujeres han experimentado algún tipo de violencia en su entorno de trabajo, desde acoso hasta discriminación (INEGI, ENDIREH 2021). Esta realidad no solo afecta su bienestar, sino también su permanencia y ascenso en el empleo.
Además, las mujeres se sienten menos seguras en su entorno: Al 4T2024, solo el 32% de las mujeres de 18 años o más considera segura su ciudad, en contraste con el 45.5% de los hombres. Esto equivale a que por cada 100 hombres que consideran segura su ciudad, solo 70 mujeres comparten esa percepción. Es crucial abordar estas disparidades para mejorar la participación y la seguridad laboral de las mujeres.
# MATERNIDAD y EMBARAZO ADOLESCENTE
La maternidad temprana y el embarazo adolescente son otros factores que truncan las trayectorias laborales. Miles de jóvenes ven limitadas sus oportunidades educativas y profesionales debido a la falta de políticas efectivas de prevención y apoyo, como el acceso a guarderías o permisos parentales equitativos. Asimismo, los estereotipos de género persisten, relegando a las mujeres a roles tradicionales y desincentivando su incursión en áreas técnicas o de liderazgo, donde su presencia sigue siendo minoritaria.
# REPRESENTACIÓN POLÍTICA
A nivel estructural, la falta de representación en puestos de poder agrava estas desigualdades. Aunque las mujeres han ganado terreno en espacios como el Congreso —que hoy es paritario— o las gubernaturas, en el sector privado y en los consejos de administración de las empresas, su participación sigue siendo escasa. Solo el 23% de las alcaldías en México están lideradas por mujeres, y en las empresas, 1 de cada 4 consejos de administración está compuesto exclusivamente por hombres.
El 8M no es solo una fecha de protesta, sino también de propuesta. Para transformar el mercado laboral mexicano y superar los retos que enfrentan las mujeres, se necesitan políticas públicas integrales. Estas deben incluir permisos de paternidad obligatorios que fomenten la corresponsabilidad en el hogar, mayor inversión en servicios de cuidado infantil accesibles y de calidad, y estrategias para formalizar el empleo femenino. Asimismo, es crucial combatir la violencia laboral mediante leyes efectivas y campañas de sensibilización.
En este 8M, las calles de México se llenarán nuevamente de voces que exigen igualdad, y el mercado laboral será uno de los temas centrales. La lucha de las mujeres también es por condiciones de empleo dignas, reconocimiento y la libertad de elegir su camino sin cargas impuestas por el género. El reto es grande, pero la voluntad de cambio lo es más.
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