Entre la semana pasada y la semana actual el equipo de periodistas de Animal Político y del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) se han presentado una serie de artículos acerca de la política de austeridad del gobierno federal. En ellos se describe, a través de los testimonios de la ciudadanía, de funcionarios públicos y de datos provenientes del mismo gobierno como estas políticas, en vez de generar ahorros, están disminuyendo las capacidades de acción del gobierno, empeorando las condiciones laborales de miles de funcionarios gubernamentales y reduciendo la calidad de los servicios públicos.
Los artículos de Animal político que utilizo como referencia son los siguientes:
- Austeridad. Funcionarios, menos prestaciones, más trabajo:
- Austeridad republicana: recortes a gobierno y servicios:
- Austeridad en gasto en carreteras, suben accidentes:
- Gobierno recorta gastos en informática y ciberseguridad:
# La política de austeridad del gobierno
Las políticas de austeridad, cuando se aplican de manera muy severa o sin mucha planeación, pueden tener un impacto negativo sobre los salarios y prestaciones de los trabajadores del gobierno y sobre la calidad y alcance de los servicios públicos y de los programas gubernamentales.
Para muchos de los funcionarios de las oficinas de gobierno que se ven afectadas por la austeridad republicana, estas medidas se ven reflejadas en disminución de salarios y prestaciones laborales, mayor probabilidad de ser despedidos, falta de recursos para la compra de las herramientas o de los insumos necesarios para llevar a cabo sus labores, jornadas laborales más largas y reemplazo de perfiles especializados por compañeros de trabajo menos capacitados.
Para el ciudadano en general, estas medidas representan mayores tiempos de espera a la hora de realizar trámites, como la obtención de su RFC u obtener las escrituras de sus propiedades. Representan escasez de medicinas y vacunas en los hospitales. Representa el riesgo de que sus datos personales sean hackeados y robados de las bases de datos del gobierno federal. Representan caminos y carreteras sin un adecuado mantenimiento. En las cuales puede sufrir un accidente, y, a nivel agregado, representa un impacto para la economía en su conjunto.
# El riesgo sobre los ciudadanos:
Dos de los mayores riesgos documentados por los periodistas de Animal Político fueron la falta de mantenimiento en carreteras y la falta de gasto destinado a la ciberseguridad.
En el caso de las carreteras, se documentó que, en el periodo entre 2018 y 2022, existió una disminución en el presupuesto al mantenimiento carretero a nivel nacional. La disminución se tradujo en falta de exámenes médicos a los choferes imposibilidad de reparar las básculas que pesan las cargas de los camiones. Y reducción a los conceptos del gasto destinado a la “construcción de vías de comunicación” y “mantenimiento y rehabilitación de las vías de comunicación”. Esto se tradujo en un aumento del 22% en accidentes carreteros en 2021 con respecto al 2018. Siendo el año 2021 uno de los años con mayor siniestralidad de accidentes de los últimos 5 años.
En el caso de la ciberseguridad, se reportó un recorte de 3.3 mil millones de pesos en toda la administración pública federal del presupuesto. Con el que contaba el gobierno para el pago de servicios relacionados con la seguridad de sus sistemas y aumentando su riesgo de Hackeo. Hackeos que terminaron ocurriendo en instituciones como la SEDENA, PEMEX, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes y la Secretaría de Economía. Traduciéndose en la suspensión de trámites como licitaciones o expedición de permisos. Filtración de operaciones especiales de la Secretaría de Defensa y la exposición de datos personales de cientos de funcionarios públicos.
El efecto sobre las condiciones de los trabajadores de gobierno
La aplicación de las medidas de austeridad ha afectado a los funcionarios públicos de diferentes formas. Principalmente a través de recortes de plazas, reducción de las prestaciones laborales. Disminución de salarios y aumento en la contratación de personal eventual y/o temporal.
De acuerdo con el análisis de Animal Político y el Instituto Mexicano de la Competitividad, las afectaciones sobre el personal no se dieron de manera igual a través de todos los ramos y secretarías que conforman la Administración Pública Federal. Las principales disminuciones de plazas se dieron en los órganos reguladores de energía. Como la Comisión Nacional de Hidrocarburos (-24.3% de plazas entre 2018 y 2022), la Comisión Reguladora de Energía (-20%), así como en Presidencia (-16.6%). Turismo (-10.8%), Medio Ambiente (-6.9%) o Economía (-6.4%). Mientras que ramos como Marina y Defensa tuvieron, durante el mismo periodo, un crecimiento en el número de plazas del 17.8% y 20.6%, respectivamente. Otros ramos beneficiados incluyen la Secretaría de Salud (+22.7% de plazas comparado con 2018), la Secretaría de Agricultura (+33.3%) y la de la Función Pública (+63.4%).
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El mismo análisis reporta que, entre 2018 y 2021 para todo el gobierno, los sueldos del personal permanente tuvieron aumentos de hasta el 14%. Los honorarios del personal transitorio presentaron una disminución del 47% . Y los sueldos al personal eventual un aumento del 141%: esta modalidad se ha convertido en una de las opciones favoritas del gobierno actual para la contratación de personal. Lo cual se observa en el caso de la Secretaría del Bienestar. Mientras esta secretaría perdió el 67.7% de sus plazas entre 2018 y 2021. Aumentó significativamente su gasto en personal eventual al realizar la contratación de los “servidores de la nación” los administradores de los principales programas sociales del gobierno actual.
Igualmente, se reportaron disminuciones en gasto de material de oficina. Algunos de los testimonios de los reportajes mencionados anteriormente nos hablan de que el personal tiene que hacer “vaquitas” o cooperaciones para poder comprar papelería. Que tienen que usar sus equipos de cómputo personales para poder trabajar, que algunas secretarías tuvieron que recurrir al uso de software pirata al no contar con las licencias correspondientes. Que se tuvo que eliminar de la compra de carpetas y el uso de las impresiones a color. Y que incluso se limitaba el uso del papel higiénico dentro de las oficinas a un rollo de papel por trabajador al mes.
Otra dificultad que están atravesando las dependencias públicas es la salida de personal especializado que, ante la situación. Opta por incorporarse al sector privado con tal de mantener su ingreso y su calidad de vida. Siendo reemplazados por personal de nuevo ingreso y con menores capacidades y competencias. Además de los costos de capacitación de este nuevo personal, al perder a programadores o abogados experimentados el gobierno también pierde dinero al no poder implementar nuevos sistemas de trabajo o al perder las demandas contra grandes empresas.
# En conclusión…
La política de austeridad del Gobierno Actual, fundamentada bajo la frase “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”. Parte de pasar de gobiernos que cometían excesos (lo cual no se niega para nada en esta columna y está ampliamente documentado) a un gobierno que, a través de la eliminación de gastos superfluos y una utilización más eficiente del dinero público, hace que el dinero alcance para más.
Sin embargo, y a la luz de los artículos que han salido y que estarán saliendo en los próximos meses, vale la pena desafiar esta narrativa. Vale la pena preguntarnos: ¿En verdad la austeridad hace que alcance para todos? ¿En verdad la austeridad representa un ahorro en las finanzas públicas?
La administración actual del presidente López Obrador no ha gastado menos recursos que en sexenios anteriores. El último año del gobierno de EPN, en términos reales (descontando el efecto de la inflación) se ejercieron 7 billones 102 mil millones de pesos. Mientras que en 2019 se ejercieron 7 billones 157 mil millones de pesos (un aumento del 16%). Y para el 2023 se tendrán 8 billones 299 mil millones de pesos de presupuesto. Si cada vez se ejerce más presupuesto pero los recortes se mantienen, significa que la austeridad no se está dando de manera uniforme sino selectiva. Favoreciendo ciertos ramos y programas prioritarios del gobierno actual.
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Además, estos ahorros de austeridad no solo les cuestan a los trabajadores. La austeridad, en muchos casos, consiste en trasladarle al ciudadano y a las empresas los costos que el gobierno no está dispuesto a incurrir. Es entonces que los ciudadanos también pagamos la austeridad, al disponer de nuestro tiempo formados para realizar trámites, al pagar las reparaciones de nuestros vehículos circulando por calles con mal mantenimiento o al tener que pagar más por medicinas, vacunas y servicios en el sector privado.
A fin de cuentas… ¿Es la austeridad beneficiosa para el país? Si se trata de implementar mecanismos que dificulten que los gobiernos gasten en cosas superfluas (como grandes comitivas para viajes al extranjero, toallas y regalos caros o el uso de helicópteros del gobierno para viajes personales) entonces podríamos decir que sí, pero si las medidas de austeridad están sirviendo para desmantelar las capacidades del gobierno para funcionar, entonces quizá valga la pena replantearnos la utilidad de esta austeridad.
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