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EN TIEMPOS DE CUARENTENA LOS HOGARES SERÁN NUESTROS TEMPLOS DE SEMANA SANTA

Las misas, la veneración de imágenes y las procesiones están suspendidas por los momentos. Las parroquias de todo el mundo. Por primera vez la Semana Santa se traslada a los hogares al no poder realizarse en templos ni calles. Por ello, la Iglesia buscó refugio en las transmisiones por radio, televisión y redes sociales.

En la Iglesia Católica se suele celebrar masivamente la fe en Jesucristo, especialmente en tiempo de cuaresma hasta la Semana Santa, ahora se hace un llamado a realizar algunas modificaciones debido a la aglomeración de personas que pudiera expandir gravemente el virus entre nuestro pueblo.

Con estos pocos y elementales cambios se busca comenzar un renacer de nuestra fe, para que la celebración de esta Pascua más bien suscite vida, cuidando la vida de los demás. Si bien la fe es comunitaria y se expresa en el amor cercano y amigable, hoy se requiere que, por un tiempo, el virus que se trasmite persona a persona, requiera de una cierta distancia y limpieza para que le impidamos el paso.

Ahora en estos tiempos de cuarentena los Hogares serán nuestros templos de semana santa y de ahí nace una oportunidad para “Edificarlo”.

Ya sea que el lugar donde vivamos sea grande o pequeño, humilde o lujoso. Puede ser una casa de fe, una casa de Dios. Existe un vínculo de rectitud entre el templo y el hogar.

El comprender la naturaleza eterna del templo los acercará a su familia, y el comprender la naturaleza eterna de la familia los acercará al templo. “En las ordenanzas del templo se establecen los cimientos de la familia eterna”.

Una invitación para esta semana semana son las siguientes:

El Lunes Santo, “me quedo en casa, cuido la vida de mis familiares”, y el Martes y Miércoles Santo, “me quedo en casa cuido la vida de mis vecinos”.

El Jueves Santo es la última cena y la tradicional visita a los monumentos. Ese día, ponemos la frase en el cartel de nuestra casa:‘Me quedo en casa porque creo en el amor’, y entonces hacemos un signo y es que cada una de las familias haga un pequeño altar y, que en ese altar, ponga unos alimentos que manifiestan el pan de cada día. Unidos oramos en la eucaristía que celebrará el papa Francisco desde Roma”.

El Viernes Santo es el único día del año donde no hay celebración de la misa. El viacrucis también se podrá hacer a través de los canales y virtuales. La invitación es a hacer un altar y reflexionar en silencio. “Este año tiene un sabor especial, porque vamos a estar orando por la humanidad entera”.

Sábado Santo “Me quedo en casa por el triunfo de la vida”. El Domingo de Resurrección, la eucaristía también será transmitida en horas de la mañana.

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