
El consumo de drogas en México sigue siendo un problema social importante en la actualidad. Si bien se sabe, el fenómeno de la drogadicción es viejo y no se le ve fin, por lo que se necesitan nuevas medidas de prevención y control.
El gobierno de México inició desde la década de 1970 acciones para atender este problema, mucho antes de que la demanda de drogas adquiriera mayores proporciones, sin embargo, el problema se salió de control y se dejó crecer.
El uso y abuso de sustancias adictivas tiene consecuencias negativas en la salud individual, en la integración familiar, en el desarrollo y la estabilidad social. Aunque en la actualidad toda la sociedad está expuesta a las drogas, hay grupos más vulnerables que otros a sufrir consecuencias negativas de su uso, como los niños y los jóvenes, quienes pueden truncar su posibilidad de desarrollo personal y de realizar proyectos positivos de vida.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), sostiene que la drogadicción es una enfermedad no transmisible, física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia natural o sintética.
Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales. Es una enfermedad progresiva y fatal, caracterizada por episodios continuos de descontrol, distorsiones del pensamiento y negación ante la enfermedad.
Según el primer informe de drogadicción de la OMS, la dependencia de sustancias es un trastorno cerebral como cualquier otro trastorno neurológico o psiquiátrico, tiene que ser tratado y entendido como tal.

Las drogas afectan especialmente a los adolescentes, el constante uso y abuso de las sustancias adictivas en la etapa adolescente y la adultez temprana son altas. La mayoría de los adultos que consumen drogas, comenzaron en su juventud.
Según Carmen Fernández, directora de los Centros de Juventud en México, del 2008 a 2018, el consumo de drogas en menores de edad aumentó un 11.2 por ciento.
En la actualidad, México, es el país de América del Norte con los registros más altos en consumo de inhalables, de acuerdo con datos del “Informe Sobre Consumo de Drogas en las Américas” de la CESOP, en el país hay una incidencia de 3.9% de jóvenes en edad de cursar secundaria.
Debido a la alta presencia de las drogas, en la actualidad los adolescentes tienen que aprender a convivir con ellas, tomando decisiones sobre su consumo o la abstinencia de las mismas.

Para el Sector Salud la reducción de la demanda de drogas incluye las iniciativas que buscan prevenir su consumo, disminuir progresivamente el número de usuarios, mitigar los daños a la salud que puede causar el abuso, y proveer de información y tratamiento a los consumidores problemáticos o adictos, con la finalidad de lograr su rehabilitación y reinserción social.
PRINCIPALES DROGAS EN MÉXICO
Los datos indican que, si bien la prevalencia global del consumo de drogas en México es aún baja al compararla con otras sociedades, registra incrementos y tendencias preocupantes.

La marihuana se mantiene como una de las principales drogas consumidas por distintos grupos de la población. Los disolventes inhalables, drogas utilizadas principalmente por jóvenes, tienden a disminuir su importancia, pero el uso de la cocaína, droga tradicionalmente consumida por grupos reducidos de la población, se ha extendido actualmente a diversos sectores como los jóvenes y los de menos recursos.
Y ciertos medicamentos ( el Refractyl Ofteno y el Flunitracepam cuyo nombre comercial es Rohypnol) y, al igual que en otros países, aparecen en el mercado drogas del tipo de la anfetamina (éxtasis o cristal).

El uso de heroína, si bien es poco prevalente a nivel nacional, se ha ido incrementando en ciudades de la frontera norte. Estas nuevas tendencias requieren que desarrollemos respuestas específicas en materia de prevención y tratamiento.
Las consecuencias del consumo de drogas para el futuro, tanto de un joven como de un adulto, porque las drogas pueden alterar la manera cómo funciona el cerebro y causar otras consecuencias médicas graves.
POSIBLES SOLUCIONES
Como en otros problemas de salud pública, las medidas de prevención y tratamiento de las adicciones (para ser eficaces), deben estar sustentadas en información científica, confiable y completa sobre la naturaleza, magnitud y características del fenómeno.
En nuestro país hay numerosas instituciones y organizaciones públicas y privadas que, de manera activa, desarrollan acciones de la más alta calidad, de investigación, prevención, tratamiento y formación de recursos humanos en el campo de las adicciones. Este esfuerzo conjunto, de sociedad y gobierno, sin duda permite avanzar en el control de este problema.
La sociedad en su conjunto es cada vez más sensible a este problema y resulta ser principal aliada.

Cuando un adicto está hundido en las drogas, definitivamente la opción es tomar tratamiento psicológico y terapias emocionales con personal especializado, ya sea acudir algún consultorio o internarse en algún centro de rehabilitación.
La enfermedad es difícil de tratar, pero no imposible.
INFORMACIÓN: OMS, CESOP ONU (UNODOC)