Imagen: Recuperada de la web
El cloro es un elemento químico que no se halla en estado libre en la naturaleza y su popularidad ha aumentado con el paso del tiempo al destinarse para el uso de procesos de blanqueamiento y destrucción de gérmenes, pero en altas concentraciones resulta dañino para la salud.
Sus compuestos, pese a ofrecer resultados efectivos en la eliminación de suciedad y bacterias, no son la mejor opción debido a que pueden provocar quemaduras en la piel e intoxicar a las personas y/o animales que sin querer lo ingieran.
También es una de las causas de problemas respiratorios e infecciones como amigdalitis, sinusitis, bronquitis, otitis y neumonía, principalmente cuando se encuentra en desarrollo o en etapa infantil.
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