
El enojo es benéfico para el cerebro, porque anula la parte más lógica y congruente de ese órgano para incrementar la actividad cardiovascular y respiratoria, señaló Eduardo Calixto González, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El también jefe del Departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente” señaló que enojarse por 30 o 40 minutos resulta benéfico porque vuelve competitivas a las personas, pero cuando dura más de cuatro horas entonces se vuelve patológico y es nocivo para el cerebro.