
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) configuran un problema sanitario común que muchas veces se pasa por alto, dados su carácter vergonzante y una preocupante tendencia a la automedicación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en este contexto, ha lanzado una alerta global en razón de que la epidemia del VIH y sus consecuencias han opacado la presencia de otras patologías igualmente graves que la gente termina desconociendo e incluso considerando una afectación menor.
1. Clamidiasis
La Clamidia trachomatis es una bacteria que tiene gran
afinidad por los tejidos genitales y es la principal causa de enfermedades
bacterianas de transmisión sexual en adultos. Afecta el pene, la
vagina, el cuello uterino, el ano, la uretra, los ojos y la garganta. Se
transmite por sexo vaginal, anal u oral, pues la bacteria se concentra en el
semen, el líquido preeyaculatorio y las secreciones vaginales.
Entre los síntomas están ardor al orinar, dolor durante las relaciones
sexuales o en la región pélvica, flujos vaginales de color amarillo y olor
fuerte, sangrado entre períodos menstruales y, en casos extremos,
secreciones purulentas o lechosas. La mayoría de los afectados no
presentan síntomas, por lo que pueden desconocer que padecen la enfermedad.
El diagnóstico se hace mediante un examen o con pruebas de laboratorio, y su
tratamiento siempre incluye el uso de antibióticos y controles médicos. Entre
las complicaciones están, en las mujeres, la enfermedad pélvica inflamatoria,
los embarazos ectópicos y la infertilidad.
2. Herpes genital
Es una enfermedad muy común, causada por el virus del herpes
simple tipo 1 o tipo 2. Se calcula que una de cada seis personas entre los 14 y
los 49 años lo tiene, y se transmite por relaciones sexuales, anales, vaginales
u orales. La forma más común es el contacto con personas que presenten
lesiones activas por el virus (ampollas o llagas) o a través de
secreciones genitales e, incluso, la saliva.
Entre los síntomas están dolor intenso y ampollas dolorosas en áreas
genitales que se pueden convertir en llagas. En casos agudos puede haber
inflamación de ganglios, y en ocasiones se presentan dolor, escalofrío, fiebre
y sensación de cansancio. Los síntomas aparecen de dos a tres días después de
contraer la infección, aunque a veces puede tardar años.
Como el herpes oral es causado por el virus tipo 1, puede transmitirse de la
boca a los genitales por relaciones sexuales orales. El diagnóstico es clínico,
y no existe una cura; sin embargo, algunos medicamentos pueden prevenir o
disminuir la duración de los brotes.
3. Sífilis
Esta enfermedad es producida por la Treponema pallidum, una
bacteria que se transmite principalmente por contacto sexual y actúa en
diferentes órganos: entre 2 y 6 semanas después de incubarse produce úlceras
indoloras parecidas a una herida abierta en los genitales. Esta lesión se
conoce como chancro y por lo general se cura en pocas semanas.
Luego se inicia la sífilis secundaria, que aparece hasta seis meses después de
la desaparición del chancro y se caracteriza por dolor de cabeza,
fiebre, ganglios crecidos y lesiones rosadas y sin dolor en manos y
plantas de los pies, además de verrugas cerca de donde se formó el
chancro. Estas lesiones son sensiblemente contagiosas.
Luego, la sífilis entra en una tercera fase, que aparece entre 1 y 20 años
después. Los órganos comprometidos son el cerebro y la médula espinal, aunque
también puede haber trastornos oculares y del corazón. En esta etapa
puede producir la muerte. El tratamiento se basa en antibióticos
tempranos, después de identificar la presencia de la bacteria o cuando se
sospeche.