EL ‘ECSTASY’, SU CRUZADA CONTRA EL TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO

Gracias a su capacidad para elevar en una sublime desfragmentación mental los caminos del bienestar, la claridad mental y el profundo aprendizaje, el MDMA irrumpe en el amplio territorio de la psicología a través de agradables oleadas de euforia para hidratar las asperezas de la cotidianidad humana y sus miserias, y así abrir una ventana de potencialidades y -por supuesto-, la condena desde los sectores más conservadores.

La sustancia actualmente ilegalizando a nivel internacional, con algunas excepciones para la investigación científica y médica, labrándose una fama más asociada con la negatividad del ocio y la recreación, en contra de su real potencial psicoterapéutico.

El uso actual de la MDMA abarca campos como la iluminación espiritual, autoayuda, meditación, terapias de pareja o la creatividad; cubriendo una gran gama de emociones, siendo uno de sus puntos fuertes la empatía que puede generar en el que la consume.

El MDMA fue el compuesto intermedio para la obtención de la metilhidrastinina; por lo que al principio la empresa Merck no estuvo interesada en sus propiedades. Los documentos de archivo revelaron que los científicos de Merck no realizaron pruebas farmacológicas básicas con MDMA antes de 1927; detenidas por razones económicas, siendo retomadas en la década de 1950 con estudios toxicológicos primitivos que no incluían seres humanos.

El farmacéutico y químico Alexander Shulgin fue el responsable por la popularización del MDMA, al ser un persistente promotor de drogas psicoactivas. Cuando Shulgin inicia investigaciones de este tipo de drogas para tratamientos de la depresión y estrés postraumático, un compuesto el 3,4 metilendioximetanfetamina (MDMA) capta en especial su atención debido a sus particulares efectos. En 1967, Shulgin tuvo el primer contacto con el MDMA gracias a una estudiante llamada Merrie Kleinman.

En 2007 en el Reino Unido colocó a la MDMA en el puesto 18 de las veinte drogas recreativas más nocivas; basándose en dependencia, daño físico y psicológico; adicción tanto física y psicológica o problemas de memoria; sin embargo, algunos estudios por parte de organizaciones no gubernamentales, argumentan que los compuestos analizados estaban muy lejos de ser MDMA.

MDMA: medicamento contra el TEPT En este sentido, el ingrediente activo del ecstasy “MDMA” después de estar en un péndulo entre lo legal y lo ilegal por varios años en varios espacios de investigación médica, ahora se perfila a convertirse en un medicamento recetado para el tratamiento del trastorno del estrés postraumático (TEPT).

El MDMA, recibió el estatus de designación para terapias, por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), según un comunicado publicado el pasado 26 de agosto de 2017 por la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos (MAPS), una organización sin fines de lucro que aboga por la medicina y la investigación de sustancias psicodélicas.

En esta designación que posee el término “Breakthrough Therapy Designation” significa que la FDA acelerará el desarrollo y revisión del medicamento. Este estatus es otorgado a los fármacos que están destinados a tratar una enfermedad o afección grave o potencialmente mortal; presentando evidencia clínica preliminar que indican que el fármaco puede demostrar una mejora sustancial sobre las terapias existentes.

Los ensayos serán enfocados en la psicoterapia asistida por MDMA, consistiendo en tres sesiones de una duración de un día, durante las cuales un participante recibirá MDMA o un placebo junto con la psicoterapia durante un período de 12 semanas. Además de las sesiones de un día, los sujetos también participarán en 12 sesiones de terapia de 90 minutos.

INFORMACIÓN: PBS