Con ausencia de feligresía, pero llenos de fe y esperanza, la comunidad de la Parroquia del Santísimo Cristo del Ojo de Agua llevó a cabo su tradicional viacrucis en este Viernes Santo.
En punto de las 15:00 horas, los participantes de esta representación comenzaron con el recordatorio de los últimos momentos de Jesucristo, incluidos su pasión y muerte.
Desde hace 43 años, la parroquia del centro de la ciudad ha venido realizando este evento, siendo el más antiguo y el de mayor afluencia en Saltillo, llegando a contar con la asistencia de miles de fieles.
Pese a que en ediciones anteriores la representación se efectuaba con la participación de más de 100 personas, incluidos actores, equipo de staff y de produción, debido a la pandemia de coronavirus, este año, el viacrucis contó únicamente con la participación de 15 personas.
Lo anterior se debió a las medidas de prevención e higiene impuestas tanto por la autoridad civil, como la eclesial; razón por la cual, se limitó el acceso solamente a medios de comunicación que a través de distintas plataformas transmitieron este tradicional evento.
Esta edición estuvo protagonizada por Alejandro Morales Álvarez, un joven de 19 años que interpretó a Jesús, bajo la dirección del Prof. Ricardo Orta, en su segundo año consecutivo.
El párroco de la comunidad del Ojo de Agua, José Ignacio Flores Ramos, señaló que desde hace aproximadamente un mes, se preparó y adaptó este viacrucis para presentarlo en un espacio reducido.
Además resaltó que, en el evento, se cuidaron todas las medidas de salubridad, ya que en la parroquia se instaló un filtro sanitario en las puertas, en donde se realizó un chequeo de temperatura tanto a los actores como los medios de comunicación asistentes, se requirió el uso del cubrebocas obligatorio y se proporcionó gel antibacterial constantemente a los asistentes.
“Esto no acaba en la muerte, esto sigue en la Pascua. Esta enfermedad (del COVID-19) no va a poder, va a poder la vida y la esperanza y vamos a salir adelante de esta pandemia”, señaló el Padre Ignacio Flores. “Lleven el mensaje de esperanza que ustedes hoy han conocido. Dios los ama mucho”, concluyó.
