La bacteria clostridium perfringens causa en promedio un millón de casos de enfermedades transmitidas por alimentos tan sólo en Estados Unidos.
La C. perfringens se encuentra en la carne y aves crudas, en los intestinos de animales y seres humanos, así como en el medio ambiente.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), señala que la infección puede darse cuando ciertos alimentos, como asados grandes o guisos de ollas grandes, no se mantienen a temperaturas adecuadas hasta que se sirven.
Para evitar la intoxicación alimentaria por C. perfringens se recomienda cocinar carnes o aves a una temperatura de entre 72 y 74 grados Centígrados y luego mantenerse a una temperatura de 60°C en promedio.
“Estas temperaturas evitan que se multipliquen las bacterias que podrían haber sobrevivido a la cocción. Los platos con carne deben servirse calientes, dentro de las 2 horas de haberse cocinado”, señala el CDC.
La comida sobrante debe refrigerarse a 4°C y sin dejar pasar las dos horas posteriores a la preparación. Para recalentarse, debe ser a una temperatura promedio de 74°C.
“Es probable que los alimentos que contienen bacterias peligrosas no tengan sabor, olor o apariencia diferente. Puede ser peligroso ingerir cualquier alimento que haya quedado fuera del refrigerador durante demasiado tiempo, aun cuando parezca en buen estado”, advierte el CDC.
INFORMACIÓN: LP