Con el objetivo de reducir la pérdida de alimentos postcosecha, un grupo de especialistas desarrollaron recubrimientos y películas biodegradables que no contaminan y han demostrado ser efectivos en la conservación de frutas y hortalizas, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Los investigadores de la Maestría en Ciencias en Innovación Agroalimentaria Sustentable del Campus Córdoba del Colegio de Postgraduados (Colpos) y del área de Alimentos y Biotecnología del Instituto Tecnológico Superior de Tierra Blanca son los responsables del avance.
En este nuevo proceso se utilizan sustancias naturales como cera de abeja, glicerol, ácido oleico y quitosano, así como hidrocoloides, goma laca, goma guar, hidroxipropilmetilcelulosa y otros aditivos que coadyuvan al mejoramiento de las propiedades mecánicas, térmicas y de permeabilidad.
Una película y un recubrimiento se diferencian en que la primera es una capa delgada de material comestible, formada por separado para su posterior uso en el producto, mientras que un recubrimiento se aplica sobre la superficie de un alimento, ya sea por inmersión en una disolución o por aspersión.
Estas capas se usan durante la postcosecha para proteger y conservar productos hortofrutícolas frescos; retrasan su envejecimiento y reducen la pérdida de peso y agua así como, el intercambio de gases que influyen en la estabilidad química y crecimiento microbiano. También ayudan a conservar la calidad nutricional frescura, brillo, color y firmeza, aspectos valorados en los consumidores, informó la Sader.
La Organización de las Naciones Unidades para la Alimentación y la Agricultura destacó que anualmente se pierden aproximadamente mil 300 millones de toneladas de alimentos perecederos en el mundo.
Estas reducciones en productos hortofrutícolas tienen diversas causas como el inadecuado manejo postcosecha, el cual provoca daños físicos y deterioros microbiológicos y fisiológicos, que se traducen en un corto periodo de almacenamiento o vida de anaquel, expuso la Secretaría.