Los niños menores de 15 años que viven en países afectados por la guerra enfrentan en promedio casi tres veces más posibilidades de morir por enfermedades relacionadas con el agua y saneamiento que por la violencia directa, afirmó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
“Sin acceso al agua limpia, los niños se enferman, las escuelas y hospitales no funcionan y las enfermedades y la desnutrición se propagan”, abundó UNICEF al hacer referencia que unos 800 millones de niños viven en zonas vulnerables o afectadas por conflictos; uno de cada 10 habita en contextos extremadamente frágiles.
Aseguró que a pesar de que el derecho al agua potable y al saneamiento hace parte de la Convención sobre los Derechos del Niño, junto con la alimentación y la atención médica, los conflictos están privandolos cada vez más de estas garantías.