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JUDITH BUTLER Y EL GÉNERO COMO CONCEPTO SOCIOLÓGICO

En pleno siglo XXI se ha visto una gran masificación por la lucha de la libertad sexual. Uno de los postulados que abogan por estos movimientos refiere a la teoría queer, explicando que existen diferencias entre el género -hombre/mujer-, la identidad sexual -percepción del individuo sobre su género- y la orientación sexual -atracción hacia determinado género-; todos estos espectros son el resultado de una construcción sociocultural al que se someten las personas. 

Judith Butler es una filósofa y escritora estadounidense, figura del movimiento feminista y la causa LGBTQ+. En 1990 publica El género en disputa: Feminismo y la subversión de la identidad, una de sus obras más notables, siendo precursora directa de la teoría queer. Para Butler, el «sexo es a naturaleza lo que género es a cultura», definiendo que ambos nacen de un discurso sociocultural establecido con antelación.  

La obra de Butler se divide en cuatro capítulos que llaman a cuestionar la percepción de lo que es el género, invitando a verlo como un conjunto de construcciones sociales y no un sexo antes establecido. 

Capítulo I:

La primera parte del libro aborda los problemas relacionados al sexo, el género y el deseo, partiendo desde las perspectiva de las mujeres como el sujeto de su teoría. Habla de la lucha del feminismo contra una sociedad en la que el poder yace en el patriarcado, indaga en la posibilidad de desplazar la noción de género que sustenta al poder del hombre y plantea que el sexo y género deben estudiarse desde un lugar, momento y sociedad en específico.

Capítulo II:

Busca el origen antropológico de la opresión sobre la mujer por parte del patriarcado, criticando también dicha visión. Explica que el género se ha construido bajo la existencia de una ley universal preexistente, todo bajo una mirada estructuralista y psicoanalítica. 

Capítulo III:

Llama a un conjunto de actos de subversión para detener la ley heteronormativa. Habla de las normas como el efecto y no la causa de los actos performativos que son vistos de manera natural dentro del discurso de poder patriarcal. Explica que la capacidad de distinguir dichos actos ayuda a subvertir el discurso hegemónico dominante. 

Capítulo IV:

La conclusión de la obra narra que no se debe partir desde una concepción de la relación sujeto/objeto, siendo ambos parte de un constructo narrativo. El sujeto debe originarse desde un significado reiterado, deben deconstruir las normas del género, subvertirlas y desnaturalizarlas hasta convertirlas en parodias de sí mismas; desde esa exageración se podrá mostrar su carácter fantasmático. Lo último es un llamado a entender al género y cómo se relaciona con el sexo y el sujeto, partiendo desde la inclusividad y alejando la configuración normativa hegemónica heterosexual. 

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