EVOCACIÓN LITERARIA ACERCA DEL CORAZÓN DE LA CIUDAD DE MÉXICO

El arte, la cultura y la historia que se esconden entre las calles, iglesias, casonas, museos, murales y emblemáticos edificios del punto central de la Ciudad de México, se desvelan a través de la obra literaria Vivir el Centro Histórico, libro que invita a los lectores a explorar esta área de la capital del país.

Denise Córdova, historiadora de arte y habitante de dicho territorio, destacó que el mencionado texto es una propuesta que, como su nombre lo indica, invita al público a vivir esta zona “porque es historia, arte, cultura, patrimonio y al mismo tiempo es tradición, fiesta, disfrute, placer, gastronomía, reunión y comunidad”.

Señaló que Vivir el Centro Histórico —producido por Nacional Monte de Piedad y Ediciones El Viso— expone detalles curiosos de cada una de las edificaciones antiguas, así como de acontecimientos históricos que, en términos generales, las personas no conocen.

La edición también expone un dato primordial para quien indague en la historia de tal espacio de la capital del país: desde la década de los 20 del siglo pasado, el arte mural fue un vehículo para expresar el espíritu de la nacionalidad, y si bien éstos se desplegaron en varios puntos del país, el Centro Histórico tiene una cantidad considerable de obras realizadas, en su mayoría por encargo constitucional, las cuales ahora ofrecen a los transeúntes parte de la historia a través del arte público.

Un ejemplo de lo anterior son los murales de la escuela mexicana de pintura realizados en edificios emblemáticos, puntualmente los elaborados por Diego Rivera, José Clemente Orozco o Jean Charlot; pero también el libro aquí referido conduce a recorrer murales y obras de arte llevadas a cabo durante los últimos años, especificamente desde la autoría de jóvenes, quienes crean esta manifestación tan contemporánea como el street art, el cual puede mirarse en los muros o en las puertas de los locales comercial de dicha zonaVOCACI.

Agregó que también se plasma la historia de los edificios más importantes de todas las calles del Centro Histórico, tanto civiles como religiosos, que han sido modificados para tener otras funciones: “habla de la Casa de los Azulejos, los conventos, los templos más importantes, y las casonas de aquellos famosos palacios del siglo XVII y XVIII”.

INFORMACIÓN: NOTIMEX