
Miguel Inzunza (Ahome, Sinaloa, 1978) es una rara avis en el panorama musical. Aunque incursionó en la televisión y lanzó su primer disco con un sello consolidado como Sony BMG, prefirió tomar lo que él considera una “decisión prudente” y se hizo a un lado de los grandes reflectores mediáticos. A través de su obra plasma anhelos que le palpitan con la fuerza suficiente para hacerlos canción.
Incapaz de comprometer su impulso creativo, se alejó de una maquinaria que le imponía decisiones artísticas y desde hace 20 años ha forjado una carrera de manera independiente, que este 6 de diciembre celebrará con un concierto especial en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
La presentación “va a tener diferentes facetas: desde el formato de guitarra sola hasta salir a tocar con media banda, y luego con la banda completa. Va a ser un concierto muy dinámico, dependiendo la canción”, anunció.
La velada también ofrecerá una escenografía muy especial: “vamos a hacer una puesta en escena muy linda con arte visual también muy lindo; pondremos mapping en el concierto”.
El autor de piezas como “Circo bicicleta” y “La ciudad sin ti” recomendó ir a su concierto acompañado de alguien. “Es una excelente ocasión para ir en pareja porque será una presentación muy íntima que amplificará las emociones y la empatía. Un concierto de estos es un muy buen pegamento en las relaciones. Lo recomiendo como una cita romántica, pues va a estar enmarcado en un escenario hermoso como lo es el Teatro de la Ciudad, con una increíble banda de músicos; yo sé que puede ser un acontecimiento lindo para compartir”, dijo.
El concierto será grabado, lo que implica más responsabilidad para Inzunza, pues no fungirá sólo como intérprete, sino que también hará labores de producción. “No puede ser que en casa del herrero, cuchillo de palo. Me tengo que aplicar con el audio, y eso también demanda esfuerzo”.
Explicó que el recital lo grabará en imagen y en audio, aunque no sabe si lanzarlo como un producto; sin embargo, lo subirá a YouTube pues considera que últimamente el producto audiovisual no se está sosteniendo, y prefiere sacar un CD a un DVD.