Lo que la pandemia nos heredó – Parte 1

Es indudable el imaginar constantemente lo difícil que fue sobrellevar la pandemia generada por el COVID-19. Las consecuencias y las secuelas que esta nos hereda son, en gran medida, una alternancia de cosas buenas y malas, creando una división, dependencia y necesidad por desarrollar nuestras habilidades a lo que urge por conocer.

En esta primera parte se desglosará un tema que aqueja a las nuevas generaciones y a todos aquellos que, derivado al desfase laboral que esta pandemia mundial generó, carecen de un empleo formal, o bien, son contratados por cortos periodos, careciendo en la mayoría de las circunstancias de un seguro médico, con el cual, logren realizar sus actividades diarias.

La contratación, o selección del personal, es un paso titánico para todos los nuevos prospectos que buscan incursionar en el amplio y debatiente mundo laboral con el firme propósito de desarrollar experiencia, además, de ejercer la especialidad que por años estuvo estudiando. Este paso, se caracteriza por el análisis a fondo que por parte del departamento de Recursos Humanos se tiene que llevar a cabo para decidir, de acuerdo con las aptitudes de la persona candidata, si esta misma es apta para ocupar el puesto o la vacante en cuestión.

Todo lo anterior mencionado, se ha visto manipulado y modificado a un grado de preocupación que ha llevado a los candidatos a evadir los actuales procedimientos de reclutamiento, perdiendo el interés y buscando opciones que, aunque son menos remuneradas y estables, su procedimiento de ingreso es más directo y menos burocrático.

Ahora con las demandas actuales debido a la pandemia, una gran mayoría de las empresas y plazas laborales, han optado por reclutar a sus nuevos candidatos de manera remota, esto como un ligero comienzo, ya que ahora las entrevistas se buscan sean por medio de una videollamada o por llamada telefónica; aunado a lo anterior, desde mi experiencia personal y por medio de declaraciones de cercanos, estas empresas solicitan que la papelería personal sea enviada de una a dos veces vía correo electrónico, dejando una gran incógnita: ¿Estamos conociendo realmente a los nuevos prospectos que estamos por contratar? 

La modernización, además de la agilización de procesos burocráticos, han sido bien recibidos en distintos ámbitos y ramos dentro de nuestra localidad e incluso a nivel nacional, pero, no se puede remplazar la empatía y conexión que se genera al conocer a una persona personalmente cuando esta siendo entrevistada reemplazando estos pasos con simples llamadas mal programadas mediante plataformas o el envío de documentación personal por medio del correo electrónico.

Dentro de las declaraciones de cercanos respecto a este nuevo método de reclutamiento, se encuentra un caso en particular, el cual, surge con la llamada de una empresa para agendar una videollamada el mismo día del contacto por medio de una de las diversas plataformas que ya existen; sin embargo, la persona jamás recibió el código de acceso a la sesión y su tiempo invertido fue totalmente desperdiciado. 

Es importante hacer énfasis en lo fundamental que se ha convertido este paso a la modernización, pero, no se puede ignorar la falta de profesionalismo que con estos nuevos procedimientos se ha desarrollado en los departamentos de talento humano, dejando al descubierto una falta de capacitación continua.

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