USO DEL INTERNET PARA LA EDUCACIÓN POR LOS USUARIOS MEXICANOS

En México existen alrededor de 34.1 millones de hogares, de los cuales según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) del 2018, más de 18 millones tienen acceso al Internet, esto se traduce a más del 53% de hogares con acceso a este servicio.

Y con el aumento al acceso de esta herramienta es necesario preguntarnos ¿para qué se está usando el Internet en los hogares Mexicanos? Y es que existe un rumor sobre el uso de dicha herramienta para el ocio, pero ¿y si la usamos para otra cosa?

La pandemia que estamos viviendo hiciera parecer que el acceso a esta herramienta no es muy eficiente para la educación, pero ENDUTIH tiene otros datos.

En la gráfica anterior se observa cómo es que el uso del internet para apoyar la educación/capacitación ha aumentado considerablemente, y es que en el 2015 solo el 56% de los usuarios declararon usarlo para este tema, mientras que en el 2018 fue más del 83% de los usuarios que declararon usarlo para este motivo.

En este rubro entran usuarios de internet que buscan información sobre “educación, investigación o tareas”, “cursos en línea”; y los que utilizan Internet para “realizar capacitación para el trabajo”, “tomar cursos para complementar su educación”, “tomar tutoriales sobre cualquier tema de interés” o para “otro tipo de capacitaciones”. 

La contingencia que se declaró en todo el país nos dejó en claro que hace falta un gran labor para poder aumentar este porcentaje y hacer un hábito el uso del Internet para apoyar la educación, sin embargo los números son favorables, un esfuerzo que se podrá ver reflejado en generación siguientes para llegar a la evolución que tanto aclama nuestro sistema educativo.

Si bien, el Internet es muy usado para el entretenimiento u ocio, comunicarse entre amigos o familiares y buscar soluciones a nuestros problemas, el usuario promedio en México está despertando su necesidad de superación académica y/o laboral; el mantener esta tendencia y hacer un buen uso de nuestros recursos tecnológicos podría llevarnos a una nueva etapa, donde el aprendizaje es deseado y no impuesto.