Benjamín González Roaro, quién fue subsecretario de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y titular del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado (ISSSTE), es quién encabeza la iniciativa “Ex-servidores públicos por la unidad de México” propuso una serie de medidas para reactivar la economía en plena crisis sanitaria por COVID-19.
El Ex-servidor asegura que no busca suplir las funciones del Ejecutivo y otros servidores públicos o miembros del gabinete, sino colaborar con estrategias a favor de México.
Entre las propuestas, aconsejan diferir un año la construcción de la Refinería Dos Bocas y el Tren Maya, a fin de que el Gobierno federal cuente con más recursos para atender la emergencia por el COVID-19.
Además, sobre el Plan de Contingencia Económica, sugirió que éste sea consensuado con las cámaras empresariales a fin de evitar el despido masivo de trabajadores, sobre todo en las micro y pequeñas empresas.
De igual manera, planteó incluir un un programa de entregas monetarias adicionales a población marginada vía Banco de Bienestar y la instalación de comedores comunitarios.
También, diferir el pago de cuotas obrero patronales del IMSS por seis meses, sin recargos, para que así las empresas superen sus problemas de liquidez; desarrollar una aplicación nacional del empleo; y dotar de préstamos y asistencia técnica a pequeños productores.