MIGHTY THOR DESATARÁ EL RAGNAROK EN EUROPA

Después de casi dos décadas de andanza musical, la banda Mighty Thor cumple el sueño de realizar una gira por Europa en junio de este año. “Llevamos 19 años en esto con muchos contactos y amigos, pudimos hacerlo antes, pero no lo hicimos porque no teníamos el material correcto para hacerlo”. De acuerdo con el también guitarrista, los dos primeros discos de la agrupación —Rumbo al Valhala, 2011 y El metal no morirá, 2013— “estaban muy limitados en cuanto a sonido y presupuesto”. Seis años después de su último redondo, Mighty Thor publicó Ragnarok (2019), uno de los mejores proyectos del año, causando conmoción tanto en América como en Europa: “Con este nuevo álbum nos sentimos con la confianza de buscar estas alternativas”.

Mario comparte que muchas son las razones por las que Ragnarok suena diferente respecto a sus dos predecesores: una de ellas fue la experiencia adquirida grabando el disco Historias y leyendas (2010) con la banda argentina Azeroth. Trabajar en un estudio profesional les hizo darse cuenta de “todo lo que estábamos haciendo mal en Mighty Thor”.

De vuelta en México, Mario ya tenía casi todas las canciones de Ragnarok compuestas, pero “en ese momento entendí que no tenía a la gente correcta para sacar el disco como tenía que salir”. Fue entonces que se dio a la tarea de conseguir a un productor que le permitiera obtener el sonido que él buscaba y encontró a Roy Cantú —guitarrista de la banda regiomontana Mutum—, quien ya contaba con la experiencia de mezclar y masterizar en estudios profesionales fuera de México, “ahí entendí que es necesario juntarse con personas indicadas para hacer algo de calidad”.

El guitarrista reconoce que fue un proceso difícil “porque debes poner tu música en las manos de un externo y confiar”, afortunadamente “es un gran músico; como el disco ya estaba compuesto, pulió las canciones, nos ayudó con todas las orquestaciones y así pudimos lanzar Ragnarok de la manera correcta”.

A diferencia de las bandas provenientes de escenas consagradas como la europea, cuyas agrupaciones, la mayoría de las veces, llegan a tener sus propios estudios, Mario comparte que para ellos no es así, “ninguno cuenta con un estudio de grabación. Nosotros somos autoproducidos, eso implicó un esfuerzo más grande porque todos los recursos tuvieron que salir de nosotros mismos”.