El presidente Andrés Manuel López Obrador está por cumplir un año de gobierno y hasta este miércoles aceptó y habló de las cinco crisis más grandes que ha enfrentado su administración.
“Hemos pasado en un año por momentos difíciles, pero no muchos, cinco temas así”, comenzó el mandatario federal.
El primer suceso que recordó fue “el más doloroso de todos, el que más me pegó en lo íntimo, fue lo de la explosión en Hidalgo donde perdieron la vida 137 personas. Eso fue lo más lamentable, lo que más nos afectó”.
Enseguida recordó cuando el gobierno de Donald Trump quiso imponer aranceles a productos mexicanos, bajo una amenaza unilateral, “que también fue un momento delicado. Afortunadamente salimos adelante, salimos bien, cumplimos con los compromisos que hicimos y se alejó esa amenaza, y esto ayudó mucho a la estabilidad económica del país”.
Otro momento difícil fue lo que el presidente llamó “la guerra que se desató en Sinaloa, una guerra breve, yo creo que es la guerra más breve en la historia, una guerra de cuatro horas. Fue también complicado porque tomamos decisiones en circunstancias difíciles, pero consideramos que fue lo adecuado, que se actuó bien”.
Se trató del suceso en el que elementos de las fuerzas armadas, en un operativo, capturaron al hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ovidio Guzmán para dejarlo libre unas horas más adelante, debido a que el cártel al que pertenece comenzó a lanzar ataques contra la ciudadanía, por esta razón el presidente asegura que actuaron “de la mejor manera”.
“Algunos pensaron de otra manera y además respetamos a quienes opinan distinto, pero lo más importante es cuidar la vida de las personas. Si no hubiésemos actuado como lo hicimos hubiese habido muchos muertos. Ese fue otro momento difícil”, detalló.
En cuarto lugar, López Obrador recordó que fue la masacre contra la familia LeBarón, en los límites de Sonora y Chihuahua.
“La pérdida de la vida de tres mujeres, seis niños, todo eso fue muy fuerte. Y estamos actuando para esclarecer los hechos, para que haya justicia, estamos trabajando en eso”, señaló.
Finalmente citó la decisión de ofrecerle asilo político al expresidente de Bolivia, Evo Morales
“Fue una decisión que se tomó, creo que también oportuna, adecuada, apegada a nuestros principios de política exterior de proteger a perseguidos políticos, de proteger a quienes son acosados y pueden ser agredidos. La aplicación del derecho de asilo”.
En cuanto a la mayor asignatura pendiente, el jefe del Ejecutivo Federal reconoció el problema de la inseguridad.
“Se dejó crecer mucho el problema, fue equivocada la estrategia que se aplicó, fue un error, más que un error, un crimen el haber declarado la guerra al narcotráfico y todavía estamos nosotros padeciendo de esa decisión equivocada de pegarle un garrotazo a lo tonto al avispero”, insistió.
También reconoció que “sí tenemos responsabilidad desde luego; somos responsables, pero no culpables”.
Añadió que cuando llegaron ya estaban las bandas, no surgieron a partir del 1º de diciembre del año pasado.
Entre los elementos positivos, el presidente dijo que nada más va a necesitar un año para dejar sentadas las bases de la transformación del país y aseguró que han avanzado.
El mandatario se dijo “optimista y sostengo mi optimismo en lo que percibo, en lo que recojo de la gente. Hay muchas esperanzas en el pueblo, no se han perdido las esperanzas, no hay decepción; al contrario, la gente está entusiasmada, hay felicidad en la mayoría del pueblo”.
“En la política, siempre digo, se requiere virtud y también fortuna, suerte. La suerte tiene que ver mucho con la política”, recordó.